jueves, 21 de abril de 2011

Yeshua Non Grato

"Zombie Jesus..." by ~soco73
Padre no me dijo cómo regresaría.

Tampoco me lo dijo cuando morí, ni cuando regresé por primera vez.

El descenso fue doloroso, peor que clavos en las palmas desgarrando los tendones,  único soporte del peso de todo tu cuerpo.

El aire es veneno, un gas hiriente que castiga mi renacida respiración, como fuego que entra por la garganta, como hielo que congela las fosas nasales.

Recogí ropa tirada en la basura, los harapos hacen que la gente me mire con recelo. Me acerco para hacer una simple pregunta pero todos se alejan, hasta que al fin uno responde de mala gana, indicando con una mano un inmenso edificio y con la otra tapa su nariz. Lo que hay en la cima de la torre dominando la ciudad me da escalofríos.

Una cruz.

Contemplo extrañado la construcción "Aquí se reúne la iglesia que formó mi querido amigo y hermano, Pedro". Demasiado ostentoso, a mi parecer.

El interior se ve mucho más grande y fastuoso. Al fondo hay un altar y otra vez ese símbolo, pero ahora la imagen es aún más horrenda.

Tiene un cadáver clavado. Tal como lo hicieron conmigo.

Sale a mi encuentro un aciano vestido de negro. Se dirige a mí con simulada piedad.

- ¿Qué deseas hijo mío?

- Me habéis llamado hijo ¿acaso eres tú amado Padre, también en una forma terrenal?

El hombre deja de fingir y me pide que me vaya, me llama loco.

Tropiezo con un invidente que se dirige al grosero hombre. Le pide su bendición

¿Por qué lo hace?

La humildad del ciego me causa un nudo en la garganta. Tomo su cabeza y pongo los pulgares en las cuencas resecas, donde comienzan a regenerarse globos oculares que al abrir los párpados, me miran incrédulos.

- Puedo ver ¡Puedo ver!

El ciego me besa la mano y sale del frío edificio gritando con júbilo.

El hombre de túnica negra me mira con palidez mortal. Corre hacia una pequeña puerta a la izquierda del altar, sin alejar su mirada de estupor de mi rostro.

Debe haber sido un error. Esta no puede ser la casa de Padre.

Salgo consternado y la luz me encandila. Acababa de dejar un lugar mucho más oscuro de lo que parecía.

Ruidos de truenos irrumpen y siluetas apresuradas se mueven en mi parcial ceguera. Cuando logro acostumbrarme a la luminosidad, veo el destello de una daga dirigiéndose a mi cuello.

Mi grito no es grito, es una gárgara de sufrimiento.

Regreso a la oscuridad, pero mientras se apaga mi visión, escucho como la gente que me ha capturado habla con la misma frialdad del edificio.

- El mesías ha sido eliminado. Testigos eliminados. Lugar asegurado, Su Santidad.

Ω

La continuación de esta historia en "Yeshua Non Mortuus"

7 comentarios:

TUE_TUE dijo...

Que así sea.... no tengo nada más que decir... esto es la pura verdad saludos

Javier Maldonado Quiroga dijo...

Excelente. Me gustó mucho este cuento, tanto por la forma en que está narrado, como por el contenido del mismo. Comparto gran parte de lo que das a entender en él. El cinismo de una iglesia que busca poder, y que no actúa con el ejemplo. Basta con revisar la historia de la misma. Y si, probablemente Jesús, en estos tiempos, sería tratado como un loco. Eso lo tengo claro desde que era muy niño. Me bastaba con ver como trataban las personas a los vagabundos en la calle.
Eso si, faltaron unos cuanto acentos. Para que lo revises.

Saludos

Anónimo dijo...

Me ha gustado mucho este cuento, mas alla de los defectos ya señalados.

Unknown dijo...

Un muy buen trabajo, que rescata creo, el verdadero espíritu de estas fiestas. La narrativa es bastante entretenida y el Mesías, un personaje que surge desde el arquetipo.

Saludos cordiales,

F.

Roderick Usher dijo...

Increible, no había pescado estos relatos o los hubiese retuiteado antes.

Anónimo dijo...

Tanto la historia como la música de fondo dan bastante mieeeedo

Dr. Blood dijo...

Felicitaciones, excelente de principio a fin.

Saludos sangrientos

Blood

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